DE LAS INTENCIONES: CONSULTORÍA Y ASESORÍA FILOSÓFICA — SERIE BREVIARIOS
- 12 feb 2018
- 1 Min. de lectura

Lo que yo piense o imagine acerca de las intenciones de la otra persona afecta a mi manera de pensar y sentir sobre esa persona; asimismo afecta el modo en que se desarrolle nuestra conversación. Si pienso que las intenciones de la otra persona son dañinas para mi asumiré una actitud defensiva; si en cambio, pienso que tienes buenas intenciones me abriré a sus propuestas.
El error, por lo general, que cometemos con la invención de las intenciones es profundo. Ya que suponemos que conocemos de antemano la intención de la otra persona, cuando en realidad no es así. Y esto lo hacemos hasta con personas que no conocemos. En otros casos, cuando no estamos seguros de las intenciones de alguien, por lo general imaginamos o decidimos que tiene malas intenciones.
Para allanar las conversaciones difíciles es necesario indagar sobre las intenciones del otro, no inventarlas. La invención indiscriminada de las intenciones del otro es un camino inadecuado para solucionar las conversaciones difíciles. Lo adecuado y beneficioso es la indagación abierta de las intenciones del otro.
Referencias:
Issuu: http://issuu.com/obeddelfin
Pinterest: https://www.pinterest.com/obeddelfin
Twitter: @obeddelfin
Email: coasfiobeddelfin@gmail.com






Comentarios