EL ESTADO ARISTOCRÁTICO BOLIVARIANO DE VENEZUELA
- 4 dic 2017
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Sorprende que aún la Asamblea Nacional Constituyente no haya proclamado al estado venezolano como un Estado Aristocrático. No sabemos por qué ha ocurrido tal atraso en las tan diligentes acciones de la mentada Asamblea. Pero esperamos que pronto se pronuncie al respecto. Porque no es justo que quienes des-gobiernan a la fenecida República no se les dé el actual título de Aristos —Los mejores—.
No queda duda que estos gobernantes son los mejores. Los mejores cínicos al no asumir ningún tipo de responsabilidad de la situación actual, todos los demás son culpables de lo que sucede menos la administración de gobierno. Son los mejores cretinos al evadir hablar de lo miserable—por decir lo menos— de las circunstancias actuales. Son los mejores para crear un estado de sometimiento, miedo y terror. En verdad, que son excelentes para esto.
Tales gobernantes son los mejores perversos al conducir a la población toda hacia el abismo de la miseria. Los mejores en evadir la responsabilidad de sus acciones; los mejores corruptos del siglo XXI para no rememorar los tiempos pasados recientes, los cuales se quedan en pañales. Los mejores en llamar a los demás apátridas y traidores mientras ellos entregan las riquezas de la nación.
Son los mejores en mentir, en esto se han ganado los palmares en abundancia. Son los aristos de la manipulación mientras tiran la piedra y esconden la mano. Son los mejores en amedrentar a la población diciéndoles que no le venderán la caja de comida. Son los mejores comprando las votos de quienes ellos mismos han convertido en miserables. Son los mejores haciendo uso de la memoria del difunto para su uso particular.
La aristocracia bolivariana son los mejores en las ficciones políticas con que embolatan a la gente que medio les cree. Son los mejores para dar la orden de matar a más de 120 manifestantes —muchachos todos— en el año 2017 y son los mejores para no sentir ninguna vergüenza ni piedad por tales actos. Son los mejores ladrones del erario público, el cual ya no es público sino solo de ellos.
Son los mejores en devastar a la población, a la que han arrinconado hasta agotarla de frustración. La élite aristócrata bolivariana posee grandes dignidades para humillar a la gente hasta agotarla. Son buenos, en verdad, para demoler la conciencia de aquellos que fueron ciudadanos y ahora son meros súbditos.
Nos falta entendimiento para enumerar todas las virtudes de estos aristócratas bolivarianos. Y no es para menos, porque nadie puede igualarlos en sus virtudes para des-gobernar lo que fue un país hasta convertirlo en una ciénaga de odio, humillación, frustración, dolor, desesperanza… Son los mejores para criticar a otros países, pero que les digan nada de los desmanes que hacen en este.
Para llegar a construir tal obra hay que ser un político con grandes dotes. Por eso no entendemos porque la Asamblea Constituyente no ha proclamado al estado aristocrático bolivariano. Es urgente que lo haga para mostrarle al mundo —a ellos le gusta mucho esto de mostrarle al mundo— que son los mejores aristócratas socialistas del siglo XXI y más allá.
Cuando tengamos demasiado miedo para luchar, seremos conquistados.






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