EL MADURO ESTÁ CAÍDO
- 30 abr 2019
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—Compadre, usted ha oído que la gente anda diciendo que este gobierno lo que lo sostiene es el ejército y las armas. ¿Qué cree usted?
—Yo, en verdad, no creo nada. Pero esa afirmación, de ser cierta, es comprometedora, porque eso que dice gente solo ocurre con los gobiernos de facto.
—¿Qué es eso de facto? Compadre.
—Bueno, los gobiernos como los de Pérez Jiménez, de dictadura.
Incluso, le dijo, que ese decir popular no da crédito a la supuesta democracia de corte socialista.
Pero algo si es cierto, yo nunca había visto que un Ministro de Defensa durara tanto en el cargo. El actual está ocupando el coroto desde el año 2014, desde hace 5 años eso es mucho tiempo. Eso es extraño.
Por la medida chiquita, antes en un gobierno designaban unos cuatro o cinco Ministros de Defensa; pues había promociones que venían en ascenso y había que darles el chance.
¿Será que no hay confianza en las nuevas promociones? O ¿será que no ha habido nuevas promociones?
—Con éstos no se sabe nada, porque todo lo tienen tapareao.
Y otra cosa que dice la gente es que si el ejército le retira el apoyo este gobierno se viene abajo de manera inmediata.
—¿Será por eso la permanencia del actual Ministro? O ¿Será que el Presidente no confía en más nadie para ese cargo?
Fíjese que con la designación de un nuevo Ministro de Defensa se podría pensar que las negociones con la oposición han terminado y que el gobierno entrega el coroto, con la complacencia del ejército. O, y esto sí sería grave, que el nuevo Ministro podría ser más mano dura y darle parejo a la represión.
—Caracha, eso podría ser.
—Con eso de las sanciones internacionales tienen ahogao al gobierno. Éste solo negocia con unos cuatro o cinco países, y aunque hace muchas ínfulas de esos acuerdos internacionales de cooperación los mismos no mejoran la situación económica.
Las negociones comerciales son pocas y la gente sabe que todo se reduce a la extracción de la riqueza minera nacional, al despojo de lo poquito que nos queda en oro y otras cosas.
—A pues sí. Eso es lo que dicen. Que tienen barrío eso allá en Bolívar, camionadas de oro se llevan pa´fuera.
—Mira esto otro, que yo creo. Los negociadores internacionales ya deben haberle asegurado a la China y a Rusia el pago de la deuda que existe. Que es en verdad lo que todo país necesita que le aseguren en una situación como la actual. Porque lo que a esos países es que les aseguren sus churupos, nadie quiere irse con los bolsillos vacíos. Plata en mano y todos contentos.
—Eso lo puede tener por seguro, compadre. Quien no va estar contento con los bolsillos llenos.
—Sin ser yo facurto en esos asuntos de la política, le dijo esto. Al gobierno no le queda gente que los acompañe. Fíjese que las concentraciones del gobierno cada día son más escuálidas, así como estos les decían a aquellos los otros. Porque aquellos que votaban por AD y COPEY y que luego en 1998 se convirtieron en chavistas ya abandonaron el chavismo, porque el hambre y la necesidad los han hecho desistir.
—En eso tiene usted razón, compadre. Porque amor con hambre no dura, dice el dicho.
—Y qué me dice de los jóvenes, que los llamaban revolucionarios y la generación de oro. Esos pobres muchachos andan flacos y macilentos, más descreídos que un ateo en misa de gallo. Esos muchachos no levantan ni un dedo por este gobierno.
Muchos se han ido del país de manera callada y sin decir nada. Los que están es porque no se han podido ir. Pero con éstos no cuenta el gobierno.
—Y cómo, si ganan salarios de miseria y viviendo de la caja esa de carbohidratos. Esos no se han vuelto a comer un bistec.
—Los únicos que se la pasan medio defendiendo a este gobierno es aquel 3% histórico de lo que se llamaba izquierda venezolana. Y eso, mientras esperan la pensión y el bono mensual.
Esos se la pasan soñando con las maravillas de la revolución y parece que no se han dado cuenta que todo eso fracasó. Además, esos son unos cuantos, unos poquitos. A los cuales nadie ha tomado en cuenta y medio le sirvieron al gobierno para hacer bulto en las concentraciones. Pero ya nadie va para esa cosa.
—Qué más les queda.
—El gobierno tiene tan poca gente que desde hace años los ministros y gobernadores son los mismos, éstos nunca cambian. Lo que hacen es cambiar de puesto, de ministro de tal pasa a ministro de cual; de ministro pasa a gobernador o de gobernador pasa a ministro. Los mismos de siempre, eso sí se han puesto gordos de comer lomito.
Lo que no han perdido esos funcionarios es la ineficiencia congénita que padecen. Además, quién va a querer participar en un gobierno que está caído, al último que llegue a ese le echan todo el muero encima. Y lo más probable es que termine pagando todos los platos rotos mientras los demás se van de rositas. Nadie es tan tonto.
—Es que éstos quieren salir como que yo no hice nada, ni me acuerdo de nada.
—Así mismo como usted dice es. A la gente le es indiferente este gobierno, le sabe a rábano lo que le pase.
La gente lo que está es a la espera de que este gobierno caiga y venga el próximo. Porque éste está dando pataletas de ahogao y no haya a quien llevarse por los cachos.
La gente lo que quiere es que este gobierno se vaya. Porque la hambrazón y la necesidad es mucha. Lo que se espera es el desenlace, que no se ve en la superficie pero que está allí silenciosamente en las profundidades de la política.
Bueno hombre, lo dejo porque voy a ver si me fían un par yemas para cenar.
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