Entrevista al Presidente
- 5 jun 2019
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Actualizado: 16 jun 2019
Por Obed Delfin

—¿Vio la entrevista que le hicieron al hombre? Compita.
—Qué hombre y qué entrevista, hombre.
—Al bigotudo, la entrevista que le hizo un hombre de por allá fuera. Donde el tipo se puso alebrestao, se amotinó el solo, estaba como picao de culebra.
—No he visto. Ni me interesa. Y le voy a decir por qué.
Eso es otro pote de humo. Todo eso es una gran engañifa. Algo se deben estar tramando estos chavecos. Porque esa entrevista hace tiempo atrás que se la hicieron y la censuraron porque se les pegó en gana.
Porque dígame usted que otra mentira va inventar el tipo, ya todas más una las ha dicho y nadie le cree. Ese, seguro, que no dice nada nuevo en esa entrevista, porque no hay nada ni nuevo ni bueno que decir.
Alguna vagabundería están tramando y sacaron la entrevista para distraer a la gente. Y como uno es averiguador y medio empieza a buscar la entrevista para verla y después empieza a enviársela a todo el mundo, y de ahí uno se pone a hacer los mismos comentarios y mentadas de estos últimos seis años. Nada nuevo, verdad.
Mientras tanto ellos van haciendo la estafa que tenían montada y estaban esperando que los bolsas nos distrajéramos.
—No le puedo quitar la razón en lo que usted dice.
—Ni me la quite ni me la dé, que esa no es la cuestión.
Mire cuando San Juan agache el deo es que a esos se les va a quitar lo azote de barrio que son. Usted sabe que aquel hombre que usaba un bigotico así cortaito tenía un compa que dijo algo como así: «si tienes una noticia mala invéntate otra más mala para tapar la anterior». ¿Quién sabe que otra desgracia se nos viene encima?
Algo ansina está pasando con el cuenta de la bendita entrevistas, y uno no se ha dado cuenta. La estafa la quieren tapar con eso de la entrevista. A lo mejor se quieren llevar algo que no es de ellos, o es que van a darle lo suyo a alguien. Porque ellos siempre dicen: «Perdona ésta y la otra que te voy a hacer» y así pa´lante.
—A bueno, ahora que usted lo dice no sería extraño. Porque a uno lo han tirao por un barranco.
—No es que uno sea malas pulgas. Pero pensar bien se hace difícil en estas condiciones. De cuando acá una entrevista que tenían metida en alguna caja fuerte y de pronto aparece así como si nada. Y nadie se da por enterao.
Se parece a la segunda que le hizo aquel al ojo puyuo, lo sacó de la casa y lo mandó para La Carlota y de hay para una embajada, cómo que no le gustó esa y lo pasaron pa´otra, y nadie se dio de cuenta. Ni los vestio de negros se dieron de cuenta y eso que éstos ven más que Superman, porque tienen vista de rayos x.
—Los milagros existen compita, y no niegue eso.
—Estos hasta a los milagros le meten mano.
Esa entrevista está haciendo más ruido que un juego de bolas criollas. Mire, eso se parece a aquellos delincuentes que se ponían en el Centro a hacer juegos de mano y mientras uno estaba con la boca abierta mirándolos le robaban la cartera, se acuerda.
—No me voy a acordar, si a la mujer por estar de mirona le robaron las utilidades.
—Ahí tiene. Estos están haciendo más algarabía que gallina sin nido. Y siempre que se traen algo entre manos empiezan a distraer a la gente. A embolatarla, para pasar por debajo de la mesa lo que en verdad le interesa. Y cuando uno se viene a dar de cuenta ya está ensartao.
Hay mucho bululú con esa mocho de entrevista. O a menos que se hayan puesto de acuerdo para venderla más cara y así partirse la cochina a medias. Uno nunca sabe.
—Se han visto casos.
—Y varios. Mire que la sinvergüenzura es muy grande. Porque ningún burro se mira su jamuga. Y parece raro que sea en este momento cuando se ponen con ese vídeo.
No sé, usted sabe más de estas cosas que yo.
—Qué voy a saber yo, compita. A mi me hablaron sobre la dichosa entrevista.
—Y salió mandao a verla. Esa es la trampa, la distracción.
Hay que centrarse en lo importante, mire que los payasos distraen mucho en este circo chaveco. Porque mientras uno tiene las tripas pegadas al espinazo estos andan de fiesta.
—Mire compita, usted cómo que es mal pensado con todo con lo que hace este gobierno. No todo es malo.
—Miénteme algo bueno pa´darle la razón. Ande pues. Es que no puede decir nada que valga la pena.
Una gran verdad si digo el tipo. Más tardecito hablamos de eso, porque ahorita voy a buscar un saldelso que me tienen apartao por allá.
Pero le dijo algo: Por ahora, apriete.
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